La regulación actual de la UE por la que se establecen unas normas mínimas para la inspección de los vehículos data de 1977 y solo se ha sometido a actualizaciones de escasa entidad. En cambio, los automóviles, el comportamiento de los conductores y la tecnología han sufrido profundas transformaciones desde entonces. Las nuevas propuestas realizadas desde Bruselas pretenden salvar más de 1 200 vidas al año y evitar más de 36 000 accidentes relacionados con fallos técnicos. Las modificaciones incluyen:
– Inspección obligatoria en toda la UE de ciclomotores y motocicletas.
– Aumento de la frecuencia de las inspecciones técnicas para los vehículos de más edad o con un kilometraje excepcionalmente alto.
– Mejora de la calidad de las inspecciones técnicas de los vehículos con el establecimiento de unas normas mínimas comunes para las distintas deficiencias, para el equipo y para los inspectores.
– Sujeción a un control obligatorio de los componentes de seguridad electrónicos.
– Lucha contra la manipulación fraudulenta de los cuentakilómetros gracias al establecimiento de lecturas registradas del kilometraje.
En todos los casos, las propuestas contemplan para las inspecciones técnicas de los vehículos unas normas mínimas comunes a nivel de la UE, dejando libertad a los Estados miembros para, si procede, ir más allá de ellas.